La siembra directa es común en todo el mundo, pero los impactos
en la calidad estructural del suelo varían según la práctica de cultivo y las
propiedades inherentes del suelo. Este estudio exploró la repelencia al agua
como un impulsor de la estabilización del suelo, afectado por la mineralogía
del suelo, la granulometría y la calidad del carbono orgánico en tres Mollisols
y un Vertisol bajo manejo sin labranza y con diferentes niveles de intensidad
de cultivo. Los suelos estudiados se ubicaron a lo largo de un gradiente de
textura oeste-este en la parte norte de la región pampeana de Argentina. Los
tratamientos de intensidad de cultivo evaluados en cada uno de los suelos
fueron: malas prácticas agrícolas (PAP) cerca de un monocultivo, buenas
prácticas agrícolas (GAP) que implican una rotación de cultivos diversa y más
insumos específicos, y el suelo en el entorno natural circundante (NE) como una
referencia. NE tuvo la mayor estabilidad agregada (MWD) de todas las
intensidades de cultivo, con GAP siendo más estable que PAP para Mollisols y
PAP siendo mayor que GAP para Vertisol. Esta tendencia coincidió con el Índice
de Repelencia (Rindex), con un mayor Rindex asociado con un mayor MWD, incluida
la diferencia entre los Mollisols y Vertisol. Sin embargo, la persistencia de
la repelencia al agua, medida por la prueba de tiempo de penetración de gota de
agua (WDPT) siguió la tendencia NE> GAP> PAP independientemente del tipo
de suelo. Los aumentos en Rindex y MWD se relacionaron con una mayor
intensificación medida por el Índice de secuencia de cultivo, y disminuyeron
con una mayor ocurrencia de soja en la secuencia. Tanto WDPT como Rindex estaban
estrechamente relacionados con la estabilidad de los agregados, particularmente
para los mollisoles. Estos resultados resaltan la importancia de considerar las
características inherentes de la textura y la mineralogía del suelo para
comprender la estabilización de los agregados mediada por la repelencia al
agua. Se encontraron buenas correlaciones entre la repelencia al agua del
suelo, las fracciones de carbono orgánico y la estabilidad de los agregados.
Bajo labranza cero, las rotaciones de cultivos pueden alterarse para aumentar
la estabilidad del suelo al inducir una mayor repelencia al agua en los suelos.
Los hallazgos sugieren que la repelencia al agua es una propiedad importante
que influye en la estabilización de la estructura del suelo, proporcionando así
un indicador útil de calidad.
Behrends
Kraemer F., P. Hallett, H.J.M. Morrás, L. Garibaldi, D. J. Cosentino, M. Duval,
J.A. Galantini. 2019. Soil stabilisation by water repellency under no-till
management for soils with contrasting mineralogy and carbon quality. Geoderma 355:
113902. Doi 10.1016/j.geoderma.2019.113902
No hay comentarios:
Publicar un comentario