Liliana Suñer (Resumen de su Tesis de Doctorado, Universidade da Coruña)
En las regiones semiáridas y subhúmedas el
diagnóstico de la fertilidad edáfica adquiere un papel relevante, ya que los
rendimientos se encuentran limitados por la falta de agua. Cambios en las prácticas de
manejo como fertilización, rotaciones y siembra directa, alteran la dinámica de
ciclado de la materia orgánica en los suelos e influyen en la disponibilidad de
nutrientes. En
el sudoeste bonaerense, no existe información disponible sobre la dinámica
del P en relación a la productividad, especialmente en sistemas de siembra
directa. En esta tesis se evalúan: variables
edafoclimáticas en relación a la dinámica de P en el sistema suelo–planta; el
efecto distintas rotaciones de cultivos; la aplicación de fertilizantes; se
analiza las
formas de P en el suelo y su relación con la textura y por último se estudia la
variabilidad espacial de las formas de P y su relación con la disponibilidad.
Los resultados mostraron que las diferencias entre las regiones semiárida y
subhúmeda se evidencian en mayor medida de acuerdo al año climático, de acuerdo
a las diferencias entre las precipitaciones durante el ciclo del cultivo.
Tanto el rendimiento en grano como el fósforo asimilado
por planta estuvo asociado a todas las formas de P (disponible, orgánica e
inorgánica) manifestando la importancia de considerar el equilibrio
entre todas las formas de P. La materia orgánica del suelo y sus fracciones,
son indicadores de los cambios que se producen por el sistema de manejo,
pudiendo ser consideradas para evaluar diferencias en relación a los nutrientes
que ciclan. No sólo es importante la cantidad de su aporte sino,
específicamente con relación a las formas de P, puede mostrar cambios en su
estructura que modificarán la forma en que este nutriente interactúe con la
matriz del suelo. Por otra parte se pudo detectar, que la inclusión de pasturas
en una rotación mantiene más bajos los niveles de fósforo disponible para las
plantas, sin embargo ésta secuencia mantiene altos niveles de P moderadamente
lábil, el cuál sería factible que se encuentre disponible durante el ciclo del
cultivo. En el sudoeste bonaerense argentino existe un equilibrio sensible entre
la disponibilidad de N, P y agua en el suelo que obliga a tener en cuenta los
tres factores simultáneamente al momento de diseñar estrategias de
fertilización. Al fertilizar suelos deficientes en P se logra hacer más
eficiente el uso del agua, contrarrestando los efectos adversos de un año más
seco. La evaluación de la eficiencia de uso del fertilizante debe tenerse en
cuenta como una herramienta adicional, pero no es un parámetro determinante en
la toma de decisiones. La textura determina las reservas P y el equilibrio de
sus formas en los suelos de la región bonaerense. El P disponible,
predominantemente inorgánico, está vinculado a la fracción fina del suelo. El
nivel de Po es mayor en la fracción gruesa de suelos con un alto contenido de
fracciones finas. El de fraccionamiento del suelo por tamaño de partícula y las
formas de P pudo simplificarse en un modelo conceptual para una mejor comprensión
de los equilibrios de P en el suelo. La siembra directa produce una estratificación
de las formas de P, modifica la proporción de las formas orgánicas en las
diferentes profundidades y cambia la relación entre las formas orgánicas y las
disponibles, y además produce mayor ciclado y exportación del P, manteniendo la
fracción ocluida no disponible.
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