El 8 de julio la Ing. Agr. Josefina P. Zilio defendió la tesis "Aspectos de calidad de suelos representativos del sur de la provincia de Buenos Aires y efectos de la actividad agropecuaria sobre la misma" para acceder al grado de Magister en Ciencias Agrarias en el Departamento de Agronomia de la Universidad Nacional del Sur.
El trabajo lo realizó bajo la direccion del Dr. Juan Alberto Galantini, Investigador de la Comision de Investigaciones Científicas que desarrolla su actividad en el CERZOS y el Dpto. de Agronomia (UNS), y la codirección del Dr. Hugo Krüger, Investigador de la EEA del INTA Bordenave.
Resumen:
Aspectos de calidad de suelos representativos del sur de la provincia de Buenos Aires y efectos de la actividad agropecuaria sobre la misma
JOSEFINA PAULA ZILIO
El avance de la
agricultura hacia zonas cada vez más marginales ha sido un fenómeno extendido
en todo el mundo, atendiendo una demanda creciente de alimentos. Así, en las
zonas históricamente productivas se ha observado un aumento sostenido en la
intensificación de las actividades agropecuarias, mientras que zonas de menor
potencial productivo han sido incorporadas a la producción. Estos sucesos han
impactado de manera generalmente negativa en la calidad de los suelos, aunque
la magnitud del impacto y los indicadores adecuados para su detección, varían
de acuerdo a características climáticas, edáficas y de manejo. Los objetivos
del presente trabajo fueron: I) evaluar el impacto de las actividades
agropecuarias tradicionales sobre la calidad de suelos característicos de la
zona de influencia de la EEA Bordenave; II) relacionar los cambios observados en indicadores e
índices seleccionados con factores de sitio, para establecer impactos
diferenciales de las actividades productivas y III) investigar distintos indicadores
de calidad de suelos, e índices derivados, para determinar aquellos más
apropiados para este tipo de evaluaciones en la región. Se tomaron muestras de
cuatro suelos representativos del área, bajo tres manejos agropecuarios de
diferente intensidad: Inalterado (I), Moderado (M), Agresivo (A). El primero consistió en lotes
con escaso disturbio antrópico, incluyéndose pasturas longevas, cascos, parques
y esquineros. El manejo M incluyó lotes con cierto nivel de aplicación de
buenas prácticas, como rotación de cultivos, inclusión de pasturas, reposición
de nutrientes y/o labores conservacionistas. El manejo A, refirió a lotes con
alta frecuencia de labores mecánicas, escaso control de malezas, alta
frecuencia de cultivos y nula reposición de nutrientes. Sobre las muestras
extraídas se determinó: Carbono Orgánico Total (COT), fraccionamiento físico de
CO: Carbono orgánico particulado grueso (COPg 100-2000µm), Carbono orgánico
particulado fino (COPf 50-100µm), Carbono orgánico asociado a la fracción mineral
(COM <50µm), índice estructural (IE) para COT y sus fracciones, hidratos de
carbono solubles (HCs) y totales (HCt), pH, fósforo extraíble, fósforo orgánico
e inorgánico (Po y Pi), densidad aparente (Dap), densidad aparente máxima (Dap
Máx.), compactación relativa (CR), estabilidad estructural (EE) a partir del
cambio del diámetro medio ponderado (CDMP) y del diámetro medio ponderado
(DMP), con tres pretratamientos según método de Le Bissonnais (DMPLB1,
DMPLB2 y DMPLB3) índice de estabilidad estructural (IEE)
y fracción erodable (FE). Los resultados indican que las actividades agropecuarias tradicionales
impactaron en forma negativa sobre la calidad de suelos determinando pérdidas
de: COT, COPg y COM, hidratos de carbono totales y
solubles, disminuciones en el IE calculado para COT y COM, y en la EE.
La magnitud del impacto se relacionó principalmente con las características de
los suelos (composición granulométrica), y ambientales (clima y régimen de
humedad del suelo). Suelos de baja capacidad de uso en ambientes marginales
generalmente presentaron diferencias de menor magnitud entre los distintos
manejos que aquellos ambientes de alto potencial productivo. Numerosos
indicadores acusaron el efecto del manejo agropecuario en todos los suelos
evaluados, mostrando diferencias en los valores correspondientes a los manejos
M y A respecto de I, siendo los siguientes: COT (capas 0-10 y 10-20 cm), COPg (capa 10-20 cm),
COM (capas 0-10 cm
y 10-20 cm), IE COT (capas 0-10 y 10-20 cm), IE calculado para COM (capas 0-10 y
10-20 cm), HCt capa 0-10 cm
y HCs estimado sobre masa de suelo equivalente, HCs capa 0-20 cm , Pi capa 0-10 cm , CDMP, DMPLB y
DMP>. Algunos
resultaron especialmente adecuados para los ambientes údicos pero no así en los ústicos, aunque las tendencias resultaran
similares: COPf, HCt sin ajustar y
ajustado por masa de suelo equivalente,
P extraíble y Dap Máx. Finalmente, el DMP<resultó útil sólo en los suelos
ústicos. Solo unos pocos
indicadores permitieron evaluar el efecto del factor intensidad de uso: cantidad
de COT perdida con respecto a I, IE calculado para COM (capa 10-20 cm) y DMPLB3
(sólo en los suelos con mayor contenido de arcilla+limo, SG y CS). De los
indicadores evaluados, no registraron cambios debidos al manejo agropecuario:
pH, CR (%), IEE(%) y FE(%). De acuerdo con los resultados obtenidos y en
función de la correlación existente entre algunos de los indicadores
estudiados, se postula que es posible definir un set mínimo con posibilidades
de evaluar el impacto del uso de la tierra sobre la calidad de estos suelos. En
este conjunto se incluyen tentativamente: contenido
de COT, IE COT e IE COPg.
Palabras clave:
Calidad de suelos, Carbono Orgánico Total, propiedades químicas, propiedades
físicas.
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