Influencia de la calidad de agua y uso de abonos sobre la productividad de lechuga en sistemas bajo cubierta.
Ing. Agr. Daiana Huespe. (4 de agosto 2025)
Directores: Dr. Juan Alberto Galantini y Dr. Cristian
Álvarez
La calidad del agua en cultivos hortícolas bajo
cubierta es clave para maximizar la productividad y mantener la salud del suelo. El objetivo de
esta tesis fue evaluar la incidencia de la aplicación de abono orgánico, el uso
de cobertura vegetal y el riego con tres calidades distintas de agua, sobre las
condiciones químicas del suelo y en la productividad del cultivo de lechuga
bajo cubierta en suelos de textura contrastante. Se evaluó el cultivo de
lechuga en dos suelos, uno arenoso y otro franco arenoso. El tratamiento
principal se regó con agua de conductividad eléctrica de 1,0 (baja salinidad),
1,5 (intermedia salinidad) y 2,0 (alta salinidad) dS m-1. Se fertilizó con una
dosis de 100 kg N ha-1, usando tres combinaciones de las fuentes abono orgánico
y urea: C0 (100:0), C2 (70:30) y C4 (40:60). Se evaluaron cuatro ciclos
consecutivos durante los años 2020 y 2021. Se analizó: la materia seca de
raíces (MSR), aérea (MSA) y total (MST); la relación MSA/MSR; la eficiencia de
uso del agua (EUA) y la tasa de crecimiento (TC). Se determinó el carbono
orgánico total (COT) y el carbono orgánico particulado (COP). La estación del
año modifica la producción de lechuga aumentando durante el invierno la EUA y
la TC. La aplicación de abono orgánico mitigó el efecto del agua salina en la
mayoría de las variables analizadas. Al evaluar el efecto acumulado se observó
una interacción significativa entre el suelo de textura arenosa y el franco
arenosa (p<0,05). En el suelo arenoso el valor máximo de MST (1504 kg ha-1)
se obtuvo con el agua de CE de 1,0 dS m-1 con una disminución de 18% cuando se
regó con agua con una CE de 2,0 dS m-1. Mientras que, en el suelo franco
arenoso el valor máximo de MST (1385 kg ha-1) se obtuvo con agua de 1,0 dS m-1
y presentó una disminución de 54% cuando se regó con agua de 2,0 dS m-1. La
textura del suelo condiciona la respuesta a la aplicación de agua y abono
orgánico. Hay un efecto positivo por el uso de cobertura vegetal. Los cambios
en el COT producidos por los tratamientos fueron diferentes en ambos suelos. En
el suelo de textura gruesa, el riego con agua con alta salinidad produjo
acumulación del COP, posiblemente como consecuencia de la reducción de la
velocidad de descomposición. En el suelo de textura fina el efecto se va
perdiendo con el incremento de dosis de abono orgánico.
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